Sentada en una de las mesas de la biblioteca de la sede de la UNED en el Campo de Gibraltar, puedo observar con total facilidad, gracias a unos ventanales gigantes situados al final de la habitación, el continuo movimiento del agua, aunque estancada, rodeando las isletas que componen el puerto de Algeciras. Una vista preciosa que, sumada al bonito día y el leve atardecer que empieza a graduar la tonalidad del cielo casi despejado, intenta desviar mi atención de los apuntes de Psicología de la motivación. ¡Precisamente motivación!. Debería estar agradecida, es exactamente lo que quería, conseguir estudiar y volver a tener los días ocupados, o al menos un poco ocupados, cosa que parece que he olvidado teniendo en cuenta que soy capaz de cerrar el portátil y tomarme una siesta hasta que me expulsen de la biblioteca.
Gracias a dios solo quedan unos pocos días contados para acabar el curso, y más o menos estoy situándome en el tema “UNED” (creo que hace fala sacarse una carrera en si que te enseñe a estudiar por la UNED), que foro, que apuntes, que profesora sutilmente desmotivadora.
Bueno, con un saludo y la felicidad en forma de paisaje, me retiro a continuar con mi dichosa motivación.
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