lunes, octubre 11, 2010

Adaptarse al ritmo

Desde que dejé Granada y la universidad, lo único que me mantenía ocupada era Aikido, No conseguía un trabajo (salvo días aleatorios en los Camperos), no podía estudiar (vamos, la universidad, carisima, y los fps, cursos y módulos empezados) y mi vida social daba un poco que desear. Cuando regresé de Dinamarca, un viaje un poco improvisado, volvía encontrarme ante el mismo problema, sola, con las fechas de los módulos pasadas, y la UNED, joder, si que estaba cara. Además, si le sumaba el echo de que, Aikido había cambiado, dos meses y medio sin hacer ejercicio, se notaban en las técnicas, vamos, que es el día de hoy que todavía estoy intentando ponerme un poco al día, para ayudar al menos a mi má a examinarse pronto. Pero un día, en mi cabeza hubo un click (esos de los que me habló mi sosi) y todo empezó a verse mejor.

No era necesario matricularme en todas las asignaturas del primer curso. Con lo que había traído de Dinamarca, y la ayuda de una mujer maravillosa, fui capaz de matricularme en tres asignaturas (Fundamento de Psicobiología, Psicología de la Motivación, Psicología de la Emoción) de la carrera que tantas ganas tenía de estudiar. Siempre tuve vocación para Medicina, pero mis notas, afectadas por la emigración, me lo impidieron desde el principio, pero también, desde que recuerdo, la psicología me interesaba muchisimo. Aunque claro, dado que había oposición familiar, había descartado esta opción (tampoco podría haber entrado por mis notas), pero nunca la había olvidado, probablemente porque uno de mis mejores amigos y su grupo eran psicólogos, así que ahora, que he aceptado el fracaso en biología, y la necesidad de emprender un nuevo camino, me encuentro matriculada en Psicología con muchisimas ganas.

Pero el Lunes 4, no solo empecé Psicología en la UNED. Cuando aún no tenía claro que haría, comencé a largar cables para donde fuese, como en el tema del trabajo, cualquiera tendría mi curriculum, daba igual lo que podría salir. En el dojo, había una publicidad de una asociación, Un barrio de tod@s, que ofrecía un curso gratuito de auxiliar de SPA, nunca me había planteado estudiar nada relacionado con eso, pero parecía una buena opción, o al menos una interesante con la que ir planteando el camino. En principio nos habían dicho que ya estaban las 20 plazas cubiertas, pero nos llamaron avisando que ambas teníamos sitio, y así comenzamos el curso. Rodeadas de una gente curiosa, muy "autóctona" que no dejan de sorprenderme cada día. Y muchas metas que mejorar, tener que quitarme la camiseta para recibir un masaje, era mas complicado de lo que os podeís imaginar.

Si sumamos ambas cosas, con la ambición en Aikido (se que no estaré preparada para examinarme, per oquiero por lo menos recuperar el verano), la limpieza del dojo, y las obligaciónes varias, tenia una semana de dormir 5 horas, y estar en casa unas tres, cuatro con suerte. El cansancio y el agobio conseguían que al llegar a casa, me acostase a dormir sin mas, ni hambre, ni ganas de nada.

¡Pero como he dicho antes, bendito puente!(a pesar de que hoy tuve Aikido y UNED) Que espero que me permita volver a la rutina, volver a hablar con mi querida sosi, y empezar los dichosos apuntes!

2 comentarios:

  1. :) Ohhhh todo va bien por lo que veo. Pasatelo bien linda! Seguro que disfrutes de esas asignaturas, Un abrazo. Katy

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  2. Adaptarse es algunas veces mas complicado que otras... en mi caso, despues de un año de estar sin trabajo, no logro adaptarme, mi mente y autoestima me pasan factura, necesito saber que todabia puedo aportar mucho desempeñándome en un puesto de trabajo.
    ya ves, cada uno con sus cosas, los cambios son asi, afectan a todos, y no por igual.

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