Otra vez, en un periodo de tiempo muy corto, cumpliendo con mi deber de bloggera novata. Me propongo pasarme por aquí, sin intención de dedicar textos larguísimos y superpreparados, si no, más bien, para ser fiel a mis principios, cada vez que tenga alguna pequeña cosa que me obsesiona, que me atrae, por mas simple que sea, cosa que ocurre constantemente, me pasaré a soltar algunas palabras.
El tema de esta entrada es simple, conciso y prácticamente escocés: Francis Healy, el estupendísimo, maravilloso, fenomenal, formidable, colosal,... cantante de Travis. No se esperen encontrar aquí algo que no sea, solo los desvaríos y reflexiones de una fan.Una vez más, y gracias a la influencia positiva de una gran persona, he sido capaz de transportarme a un pasado(lejano y no muy lejano) donde las canciones de la banda acompañaban mi vida día a día. A decir verdad, nunca dejé de escucharlos. Soy alguien que va mucho por obsesiones, obsesiones que llegan a ocupar un gran porcentaje de mi vida diaria, que sin querer terminan acabando en un segundo plano algún tiempo después. Lo bueno de mi vida y mis obsesiones, que nunca suelen llegar a irse del todo, esas cosas que en su día me gustaron brutalmente, siempre están ahí, al asecho, esperando el momento oportuno para regresar, como es este el caso.
El tema de esta entrada es simple, conciso y prácticamente escocés: Francis Healy, el estupendísimo, maravilloso, fenomenal, formidable, colosal,... cantante de Travis. No se esperen encontrar aquí algo que no sea, solo los desvaríos y reflexiones de una fan.Una vez más, y gracias a la influencia positiva de una gran persona, he sido capaz de transportarme a un pasado(lejano y no muy lejano) donde las canciones de la banda acompañaban mi vida día a día. A decir verdad, nunca dejé de escucharlos. Soy alguien que va mucho por obsesiones, obsesiones que llegan a ocupar un gran porcentaje de mi vida diaria, que sin querer terminan acabando en un segundo plano algún tiempo después. Lo bueno de mi vida y mis obsesiones, que nunca suelen llegar a irse del todo, esas cosas que en su día me gustaron brutalmente, siempre están ahí, al asecho, esperando el momento oportuno para regresar, como es este el caso.
Reflexionando con mi Doctora particular, llegamos a la conclusión de que Fran, tiene una de esas voces tranquilizadoras, una voz que te llena de paz.
Uno de los puntos positivos de ser fan a jornada completa, es que no se acaba cuando terminas el libro, o ves la película entera, o se limita solo a la música. Pasarse una jornada entera memorizando su rostro amable, sus ojos increíblemente azules, o escuchando ese acento tan característico, es uno de los privilegios que soy capaz de disfrutar.
Y si de por si, Fran Healy es una buena opción, Fran Healy hablando sobre sus experiencias con Paul McCartney, es una aún mejor.
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